De entre de todos vosotros, soy
quien yo elijo
y asomo mi rostro
como una roca
que emerge
en la baja mar.
Alrededor de mí se enredan las algas
y no me desprendo
de mis otras caras, plumas de pavo real.
Devorad mi carne, días alegres,
seré alimento
de horas y niebla, faro de ojos abiertos
para los otoños que, en bandada,
acabarán posando sus ojos húmedas
sobre mis labios.
Poema de Càrabé, escrito a partir de la ilustración de Ana Cano.