Ha brotado la mañana
en un tono gris sepulcral
y le ha puesto voz nuestro silencio huérfano.
En la calle encuentro charcos y rabia;
habrá barro,
pero no jugarán los críos.
Crujen las hojas de periódicos
esta mañana casi de verano,
casi de invierno, tan rota.
Pago el café con la vuelta de otro café
y extiendo las dudas sobre los adoquines.
Debajo de ellos hay arena de playa.
Tengo fe.
Hoy,
más que nunca, lo entiendo:
unas alas cercenadas
no hacen más lejano el cielo.
Andrés Astur Treceño García (Uviéu, 1992). Estudiante de medicina, pianista de blues y poeta. Colaboro con el colectivo Fame poétika y corrijo textos y escribo en la revista de literatura joven en asturiano Formientu. En verano de 2015 saqué mi primer poemario, ‘Los cimientos’ (ediciones Camelot).
Foto Alejadro Rebollo Roldán.