Siempre serás mi princesa

 

 

 

 

 

 

 

Trono de cartón bajo palio,

deshecho por la noche anterior,

mullido por las sábanas de tus caricias,

al arrullo de tu nana y tu mirada.

 

Surcando al peatón de asfalto

en busca de unas monedas,

las migajas esquivas con el rabillo del ojo

y la angustia filtrada en el abismo de tus manos.

 

Sin nada que llevarse a la boca

más que tu compañía,

te sientas a mi vera, me cubres con

tus brazos de hombre derrotado,

como queriéndome cubrir de la ignominia del exterior.

 

Nos sonreímos, nos lo decimos con los ojos,

te musito que no pasa nada, que saldremos

de ésta como de todas las demás.

 

Y en silencio, a través de ese nudo

tuyo en la garganta, tras el abrigo de tus besos,

te leo a modo de libro de cabecera:

 

No pasa nada, mi vida,

siempre serás mi princesa.

 

Para saber más acerca de Isidro R. Ayestarán, su blog El cabaret de los sueños.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Ver más

  • Responsable: Amberes Revista Cultural.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a Dinahosting que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Historia anterior

Gorka Hermosa: «La música clásica de este siglo pasará por la fusión»

Siguiente historia

El ‘Discurso del método’ o la búsqueda del tesoro

Lo último de

El primer paso

Pocas épocas habrán aglutinado tantos enemigos para el profesor comprendido como acompañante y guía de los