No quería saber. No quería. Decían que el mar era un mito arraigado, la eterna pregunta enunciada en un soplo; no el
Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá. Horacio (s. I a.C.) No hablo de sexo, por más que se parezca. Hablo de
Algunos días merecen delimitarse por el conocimiento de desfallecer; a pesar de haber sido una estación perecedera la que nos mostró que lo invisible borra toda faz o línea de
Desde cierto punto de vista, se los podía considerar parecidos. Los dos tenían veintitrés años, y eran altos, fuertes y de tez morena. También cabría contar entre las semejanzas el
Trono de cartón bajo palio, deshecho por la noche anterior, mullido por las sábanas de tus caricias, al arrullo de tu nana y
#10 #11 #12 Vicente Gutiérrez (Santander, 1977) es el autor de La tiza envenenada. Co-educar en tiempos de colapso (Textos (in)surgentes, 2016), libro recientemente publicado y
¿Cuál es la duración de la tregua? La tregua que vivimos detrás del ojo. Una tregua cuando por ejemplo comparto en el Retiro el tránsito de la hierba, mientras detrás
#7 #8 #9 Vicente Gutiérrez (Santander, 1977) es el autor de La tiza envenenada. Co-educar en tiempos de colapso (Textos (in)surgentes, 2016), libro recientemente
Pocas cosas han cambiado. Por alusiones diré que el sabor férreo de la culpa se repite a determinadas horas, entregado a empapar lengua y memoria. Es el mismo sabor