Fragmentos: Hesíodo

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                IV VERANO Trabajos, 582-594 «Cuando el cardo florece, y cuando la cigarra cantarina, posada sobre un árbol, derrama sin cesar bajo sus

Oymyakon

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Recorro las costillas de este silencio afilado que se resbala por la espalda de su eco. Deambulan sombras veladas bajo mis párpados de invierno, tenues en su tiritar ante la

Estaca de Bares

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  Existe una brecha que separa el Atlántico del declive. No la conocen, pero existe, como también existen vientos de más de 200 kilómetros por hora. El mar y la

Giros

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Giran las verdades dobladas por el viento,            las promesas partidas por la duda,            las ausencias desgarradas por el hielo. Giran

Cristal

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        Un finísimo cristal nos separa y queda empañado al hablar. Un cristal separa tu cuerpo y el mío y acaba fundido a tu contacto: apenas una

Física

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  La no-materia me persigue amenaza con regresarme al valle en el que me despedazaba sobre una bicicleta   La no-materia me persigue amenaza con romperme convertirme en puñados de

Sueños

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Hay cachorros de tigre queriendo morder las aceras. Yo soy la calle y soy el semáforo extendiéndose sobre un pie desconocido. Esta no es mi ciudad. Ésa tampoco es mi

Niñez

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      El mundo de los adultos esta lleno de café y de hiel Y me parece que soy la primera en perder los vasos En lamer las coberturas