Pocas épocas habrán aglutinado tantos enemigos para el profesor comprendido como acompañante y guía de los jóvenes.
Leer másAllí estaba, en lugar de lo que soy. Yo traía un alfajor de carne tibia con tu nombre que pudiera devorar
EL PODER AQUEMÉNIDA Persépolis, cerca de la ciudad de Shiraz. Hace mucho calor y la gente busca cualquier sombra para cobijarse. No son muchas personas. Este monumental complejo que antaño
No me pregunten cómo, pero él sabe. Sabe cuáles son los indicios que me mueven. Durante unos instantes, en su mirada se dibuja una señal de alerta, una dulce
«No hay duda, la realidad es ésta: si alguien riñe con toda clase de vicios y se lanza por el camino de una vida recta,
De entre de todos vosotros, soy quien yo elijo y asomo mi rostro como una roca que emerge en la baja mar. Alrededor de mí se
Me había despertado unas tres horas antes de amanecer. La noche parecía un hematoma. Bajé las escaleras a oscuras, tropezando con los juguetes de los niños. Ella ya no duerme
Empeñada en reducir toda su creatividad al afán de medir y de contar, nuestra civilización permanece ciega ante un hecho ético y estético fundamental como es el de vestirse. Para
Ruhe in dir Mein Haupt auf deine Brust geneigt… INA SEIDEL Una cabeza cae al regazo templado del metropolitano. Una cabeza rueda entre las máquinas, las que expenden
Demencia, sutil o disonante, mas demencia. Anoto versos, y al leer, sonrío o en sobresalto cabeceo. Paso con rapidez la página. Alienado, nada procuro, sólo amnesia de mí mismo. Por
No llames a esta puerta. Soy sin sol. Anubarrado, anónimo, a cubierto. No despejes la umbría, adénsala y déjala estancada en mi recámara. Sin sol y sin dolor, sin sol