El perro ladraba enfurecido. Los trabajadores del rancho San Juan escucharon el estrépito repiquetear de la grava cuando las llantas giraron en la entrada. Don Gabino se atusaba el bigote
“Yo soy mi propio abuelo viendo a mi infancia jugar” Félix Francisco Casanova a Alejandro Hernández Romieu A las seis de la mañana Rodolfo y Pedro esperaban en medio