Pupila de ceniza
en su regazo
una hilera de agujas urge un bosque
la mano
repara los vocablos:
el desgarro de infancia
las grietas de familia
a tasa de carencia
sobre la piel violada.
Una muñeca de trapo la mira desde el costurero
con sus ojos de hilo.
Cose fracturas
deshilvana abusos
zurce la herida
del linaje.
Mientras
arde rotunda la raíz de la higuera.
Se acabaron las factorías del velo
No fabricará más silencio
sobre el zarpazo a la niñez
deshilachada.
Recuerda la caída
los velos
el alimento
de la hoguera.
¡Eliminad las hachas! ¡Es la hora del fresno!
Y borda
en el rubor de la tierra
la tenacidad
de los musgos
el hueco surto y nítido
que aguarda el árbol.