Donde creíste ver una verdad
que llevaba tu nombre
hoy no divisas nada,
ni siquiera un desierto,
ni siquiera la sed.
Tú mismo te preguntas
cómo puedes sentir indiferencia.
Qué extraño, qué inquietante,
es ver lo que se amó
y no sentir amor,
que del fuego no quede ni ceniza.
Parece que la vida hubiera sido de otro,
un yo soñado.
Hoy todo es verdadero, o te parece
al menos verdadero.
¿Qué quedará mañana
de la verdad de hoy?
¿Si cae un espejismo
tiembla la fe?
Poema de Marcos Díez Manrique ilustrado por Carmen Gutiérrez Somavilla para Revista Amberes.