A veces

todo se queda en silencio

durante horas.

 

Es atronador.

 

Parece que se cae la fachada

del edificio donde digo habitar

y quedo suspendida

entre un baile de vigas

que crujen,

forman remolinos,

y me intentan aplastar.

 

Creo que no lo hacen

solo por crueldad.

 

Quieren que me quede

a contemplar la caída.

 

Se oye el eco de las risas;

y las imágenes

que desfilan.

 

Y entonces

comienzo a vomitar

tinta.

 

No me queda luz;

y lo único que muestran mis palabras

es un túnel

sin salida.

 

Me equivoco de sentido

al emprender la huida,

y empiezo a caer,

y caer, y caer…

 

Hasta que mi voz se pierde

en la oscuridad;

y mi cuerpo es un punto lejano

que se pierde de vista.

 

Poema de Almudena Campuzano Jiménez con la ilustración Submarinista, de Paula Bonet.

Nacida en 1996 en Santander. Actualmente estudiante de Ingeniería Química. Obtuvo en 2015 el Premio Consejo Social de Poesía Manuel Arce de la Universidad de Cantabria, y accésit de la 34º edición del Premio Literario José Hierro (modalidad de poesía). En 2016, Premio Literario José Hierro en la modalidad de poesía.

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