Muertos a la carta

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Es un hecho: la verdad incomoda. Por eso, cuando la realidad nos sostiene la mirada fijamente y nos pone contra las cuerdas, es frecuente ignorarla. Evitarla, y seguir con nuestra vida, como si nada hubiera ocurrido. Como si aún estuviéramos vivos.

Le Rêvè es un restaurante muy especial. A él acuden las almas vivas de gente muerta, pero que aún no saben de su condición. Los muertos son personas difíciles de tratar. Tienen un humor cambiante; al parecer, les gusta beber, charlar, y los juegos de azar. Tal vez les recuerde a la vida. Es por esto por lo que no debe de ser nada fácil comunicarles que ya no pertenecen a ella.

El Chef de este restaurante logra que sus comensales le cuenten su historia para llegar a comprenderse a sí mismos. A su situación. Pero ¿cómo conseguir de pronto que alguien se abra lo suficiente como para contarle a un desconocido algo tan íntimo?

La respuesta es sencilla y complicada a la vez: mediante el gusto. Sentidos y sentimientos no están muy alejados entre sí, y en esta novela se pone de manifiesto que la pasión que alguien puede imprimir a su trabajo tras los fogones no tiene por qué quedarse en la cocina. Puede trascender a la persona que, al otro lado, prueba su plato, llegando a golpear la puerta de sus emociones.

Porta de Muertos a la carta Editorial Menoscuarto
Portada de la novela | Editorial Menoscuarto.

Las descripciones son tan vívidas que cualquiera podría pensar que el autor se ha ceñido el delantal durante años y ha ejercido esta profesión. Nada más lejos de la realidad. Basándose en las recetas del chef Javier Amadeo, el escritor Pablo Cazaux (Buenos Aires, 1967) ha sabido plasmar a la perfección la esencia de ese lugar no siempre visible pero que constituye el corazón de cualquier establecimiento gastronómico.

Un asesino que persigue a su víctima, venganzas centenarias, pactos poco convencionales, o amores que nunca llegaron a buen término. Son algunas de las situaciones que se nos invita a contemplar desde el restaurante, casi siempre acompañados de una buena copa de vino. El propio autor ha rescatado de su cajón de sastre algunos viejos cuentos para recomponerlos en forma de novela.

Obra que le valió el prestigioso Premio Tristana de Novela Fantástica en 2016, convocado por el ayuntamiento de Santander, y que ha sido publicada recientemente en el mes de mayo por Editorial Menoscuarto. En Muertos a la carta encontramos historias truculentas, inverosímiles, trágicas, y humanas.  Una narración dinámica, conversaciones interesantes, y varias líneas de acción abiertas al mismo tiempo, hacen que soltar el hilo de la trama no sea ni siquiera una opción. Con un sinfín de matices sencillos pero certeros, y un constante sabor a misterio muy característico, el argentino Pablo Cazaux ha conseguido la receta de una novela ganadora, que no deja en absoluto indiferente.

Nadie de entre los vivos debería perderse esta lectura. Para el resto, nos vemos en Le Rêvè.

Nacida en 1996 en Santander. Actualmente estudiante de Ingeniería Química. Obtuvo en 2015 el Premio Consejo Social de Poesía Manuel Arce de la Universidad de Cantabria, y accésit de la 34º edición del Premio Literario José Hierro (modalidad de poesía). En 2016, Premio Literario José Hierro en la modalidad de poesía.

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