Las veletas, esta noche que hiela giran con la lentitud del cielo. Señalan hacia el oeste. Alrededor los tejados se extienden, las cigüeñas reposan su aliento de temporal mojado, acurrucadas
Lo sabía: en tus ojeras mecánicas podía dormir como un bebé en una cuna gigante.La noche mostraba,goteando el flujo sobrantede los planetas Venus y Marte, su comportamiento casquivano.Reptaban plantas carnívorasen mis maltrechas
El movimiento Provo tiene que desaparecer porque todos los Grandes Hombres que nos crearon se han marchado. Rob Stolk El Vrankrijk es una vieja casa ocupada en Ámsterdam con
La tristeza se ha asentado en esta casa. En las paredes, en los cimientos, en la tierra. Vive en cada grieta. Tiene raíces, y se extiende como
Estoy en el territorio amplio donde no existimos. Brotan vástagos incorregibles de la llanura del olmo, los pies mordidos por su silencio. Sus criaturas en sombra cantan sin nombre de
Tengo un animal dentro, dijo. Es tan fácil decir estas cosas que olvidamos la forma insistente con la que el aire cruza nuestras fronteras tal vez la fruta sepa identificar
Este cuerpo de pavesa y fénix guarda en el fondo sur manchas de vino. Yo las acojo como chorretones de tinta que caen de unos ojos mal pintados. Por