En el fondo me doy cuenta de cómo gran parte de la sociedad quiere que todos seamos esa pudorosa Venus de Botticelli.
Nuestras conductas ordinarias rebosan de nociones asociadas a enjundias que se desligan y entrelazan en forma de vocablo verbal: revolución, camino, llave, independencia, copa, fuente, mirada, pecho… a menudo estos
Para Hubert Damisch (historiador y filósofo especializado en estética del arte), la sensualidad nace como resultado de la observación reiterada de nuestro entorno social a través de la lupa de
Senos encarnados con prolijidad, glúteos cuyo contoneo casi parece percibirse a través del mármol y el lino, avizoradas miradas que se extravían en la defección del concurrente con la escena,