No quería saber. No quería. Decían que el mar era un mito arraigado, la eterna pregunta enunciada en un soplo; no el
Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá. Horacio (s. I a.C.) No hablo de sexo, por más que se parezca. Hablo de
Algunos días merecen delimitarse por el conocimiento de desfallecer; a pesar de haber sido una estación perecedera la que nos mostró que lo invisible borra toda faz o línea de
Siempre le había encandilado el despertar de la ciudad en domingo, los restos deslavazados del sábado, como ascuas que chisporrotean sin gana, la luz rosácea que intenta sumir las calles
No quiero agitarme, no quiero ponerme nervioso, solo quiero ir más rápido: hacer que mi cabeza huya a toda velocidad lejos de mi cuerpo, libre, ligera, saltar dentro de un
Desde cierto punto de vista, se los podía considerar parecidos. Los dos tenían veintitrés años, y eran altos, fuertes y de tez morena. También cabría contar entre las semejanzas el
Mira, a tus pies tienes la ciudad: tan bonita, tan callada, tan verdad. Tan silente, tan ausente, y, siempre, ese tono maternal. Mira, escúchala callar. Las luces reflejadas
La vida de los árboles se mide por los anillos de sus troncos: los de más tenue trazo, como nombres de mares
«¡Oh, ilustraciones en los libros!