Hoy me sobran
todos los recuerdos,
todo lo aprendido;
todas las personas
que se quedan en el
«Eso está prohibido»
Me sobran
las palabras,
los prejuicios,
lo preconcebido.
Me faltan
voces
que rían,
y canten
y griten
«Estoy vivo».
Me faltan
los latidos.
(No,
desde tu oficina
no puedes oírlos)
Tienes que salir,
romper la puerta,
y abrir todos
los sentidos.
Sonreír mucho,
escucharte
de verdad;
y despertar.
Respirar.
Repetirte
muchas veces
«Estoy vivo,
estoy vivo».